Malasia considera reintroducir el impuesto al consumo para mejorar sus finanzas
El gobierno de Malasia está considerando la posibilidad de reinstaurar un impuesto al consumo como una forma de fortalecer la situación financiera del país y hacer frente a los desafíos económicos que surgieron tras la pandemia de COVID-19. El Ministerio de Finanzas, encabezado por el ministro Tigaü Tuan, está explorando diversas fuentes de ingresos para estabilizar el presupuesto y asegurar un crecimiento económico sostenible.
El impuesto al consumo se introdujo en Malasia en 2015, pero fue abolido en 2018 por el gobierno que llegó al poder tras las elecciones. La derogación del impuesto resultó en una drástica disminución de los ingresos del estado, lo que afectó negativamente las finanzas del país. Ahora, con el gobierno enfocándose en recuperar la economía tras la crisis, la reintroducción del impuesto está siendo considerada como una forma de aumentar los ingresos fiscales.
Los expertos subrayan que el impuesto al consumo podría servir como una herramienta eficaz para reabastecer el presupuesto, dado su amplia cobertura de bienes y servicios. Sin embargo, algunos representantes de la comunidad expresan su preocupación de que la reintroducción del impuesto podría afectar negativamente el poder adquisitivo de los ciudadanos en condiciones de alta inflación y un entorno económico impredecible.
Según el ministro, el gobierno considerará con atención las opiniones de los ciudadanos y consultará a expertos para tomar una decisión informada. También hay esperanzas de que cualquier cambio en la política fiscal sea transparente y esté destinado a apoyar el crecimiento económico y los programas sociales.
Para llevar a cabo esta iniciativa, el gobierno necesitará facilitar amplias discusiones con los ciudadanos y las empresas para minimizar los impactos negativos y establecer un diálogo constructivo. En última instancia, el objetivo es imponer el impuesto al consumo de tal manera que contribuya a la recuperación económica del país y mejore el bienestar de su población.
Así, el regreso del impuesto al consumo podría representar un paso significativo para Malasia en su camino hacia la recuperación de sus finanzas y la mejora de la situación económica del país.
